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NEUSCHWANSTEIN |
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Un cisne de piedra anclado en un mar de vegetación, Neuschwanstein fue erigido por Luis II de Baviera (1866), en un intento de dar forma espacial a los recuerdos de su infancia. Está hecho por materiales y mano de obra bávara, no tiene ninguna funcionalidad estratégica, tan sólo es un tributo a la belleza y a la armonía. La Disney lo eligió como enclave de ‘La Bella Durmiente’ y, además, incluye numerosas referencias a personajes épicos: Tristán e Isolda es uno de ellos. Es uno de los destinos turísticos más deseados del mundo. Está situado en la región de Fuesen, brillo de la Edad Media alemana, teatro donde se mezcla la majestuosidad de la naturaleza y el pragmatismo de la creación artística. Neuschwanstein tiene 360 habitaciones, aunque la muerte (en oscuras circunstancias) de Luis ‘El Loco’ hizo que tan sólo 14 estén terminadas. |
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