La canción de autor es tan antigua como la misma Historia, y se ha disfrazado bajo muchos nombres: juglares, trovadores, músicos ambulantes, voces bohemias, acordes reivindicativos, canciones protesta...
Y todo se resume en una nota que se alza y calla al público, en el aplauso y la guitarra inquieta. En el eco roto y una vida hecha canción. Esto es Alfonso Moreno. 100 minutos que nos acercan a las ruinas de Babel.
Adelante.