Luces, Málaga, ¡Acción! - Los últimos de Filipinas

ARGUMENTO

Los últimos de Filipinas es una película española rodada casi íntegramente en Málaga. El rodaje del film tiene lugar en la España de posguerra, a mediados de los años cuarenta, y está dirigido por Antonio Román, autor de otras películas importantes en la historia del cine español como Lola Montes (1944) y Fuenteovejuna (1947).

La historia de Los últimos de Filipinas parte de un guión radiofónico de Enrique Llovet y de otro de Alfonso Barcones y Rafael Sánchez Campoy, basado en hechos reales.

En el film está ambientado a finales del s. XIX y narra la acción heroica de la última guarnición española formada por el capitán Enrique de las Morenas y Fossi, y unos cincuenta soldados que quedaron sitiados en la iglesia de Baler, en Filipinas. Los soldados resistieron aislados en pésimas condiciones, incluso meses después de que las Filipinas dejaran de ser territorio español, y he aquí lo llamativo de los hechos. (Wikipedia)

LOCALIZACIONES

El equipo de Román encuentra en Málaga algunas localizaciones con ciertas similitudes a la costa de Baler, donde quedaron sitiados los últimos soldados españoles tras la insurrección del pueblo filipino contra una España colonialista.

Antonio Román llega a Málaga en junio de 1945 para comenzar el rodaje del film en La Concepción, La Aurora, y algunas playas de Nerja.
Una de esas localizaciones es el jardín de La Concepción, creado en 1855 por una familia de la burguesía malacitana, en el que se concentran diversas especies de plantas y árboles de todo el mundo, con rincones de aspecto selvático.

En este jardín se ruedan las escenas en los que soldados españoles atraviesan la selva montados en sus caballos, esquivando los disparos de los enemigos.

Si paseas por La Concepción hay momentos en los que realmente parece que estés perdido en una exótica selva. Estando allí incluso puedes imaginar dónde estaban situadas de forma estratégica las cámaras del equipo de Antonio Román, con la intención de dar un mayor realismo y hacer creer al espectador que los personajes deambulaban por la misma selva filipina.

Otras escenas famosas de la película se rodaron en los campos y playas de Maro, en Nerja. Para conseguir un mayor realismo el equipo plantó algunos árboles y palmeras en los lugares donde iban a rodar. Una de las escenas rodadas en Nerja está protagonizada por un jovencísimo Tony Leblanc. En los momentos en los que monta a caballo tuvo un doble mareño: Pepe Melguiso.

También en Maro se rodó la escena de la batalla en la playa, saldada con varios cadáveres esparcidos por la arena.

VALOR DEL FILM

Algunos críticos consideran esta película como una de las más importantes del cine español. El filme ha seguido exhibiéndose en diversos festivales y retrospectivas. También ha sido estudiado en universidades estadounidenses como parte del mecanismo del movimiento falangista para revitalizar los ánimos de los españoles en una época tan dura como la posguerra.

En relación a esta película, Vicente Sánchez-Biosca, profesor en la Universidad de Valencia y autor de Cine y Guerra Civil española. Del mito a la memoria (Alianza, 2006), explica: “Toda ficción es anacrónica, es decir, incorpora los problemas de su tiempo en la reflexión sobre el pasado”.

Según Sánchez-Biosca durante los años cuarenta casi todas las películas hablan de la Guerra Civil, incluso cuando no tienen nada que ver con ella. Pone como ejemplo a Los últimos de Filipinas, que nada tiene que ver con la Guerra Civil pero, según el profesor, todo el patriotismo que segrega es incomprensible sin el aislamiento al que está sometido el franquismo en esas fechas. (www.memoriahistorica.org)