Las picaduras de los insectos provocan a ciertas personas alergia, ya que la sustancia que se inyecta con el veneno de las avispas y abejas es tóxica. Este tipo de alergia no es la más común que afecta a la población, ya que sólo la padece el 1%, pero sí es una de las más graves. La alergia a las picaduras da cuadros de anafilaxia, es decir, síntomas tales como edemas faciales o espasmos musculares, en los que existen bastantes riesgos de mayores complicaciones.